Recién el 11 de agosto de 2022 se hizo de conocimiento público la existencia de una investigación judicial sobre muertes sospechosas de recién nacidos, encabezada por el fiscal Raúl Garzón. La investigación se refería a presuntos ataques homicidas contra 13 bebés en el Hospital Materno Neonatal Ministro Dr. Ramón Carrillo de Córdoba entre marzo y junio de ese mismo año. Habían pasado dos meses desde la trágica noche del 6 al 7 de junio, cuando se produjo el último de los cuatro incidentes que desencadenaron la investigación. Esa noche habían muerto dos bebés. Se realizaron autopsias a los cuerpos, pero no se estableció ninguna conexión entre las muertes. Casi un mes después, el 4 de julio del mismo año, un ingeniero llamado Francisco José Luperi presentó una denuncia formal, lo que dio lugar a la apertura de la investigación sobre 13 muertes sospechosas, a las que no se pudo encontrar explicación a sus problemas posparto .
Esto es lo que ha salido a la luz de los testimonios de testigos escuchados durante las primeras semanas del juicio que comenzó en Córdoba a principios de este mes. Yasmín B., madre de Baby G., quien nació el 1 de mayo de 2022, explicó que su pequeño tenía dos marcas de pinchazos en el muslo derecho. Dice que la única explicación que recibió inicialmente fue que el bebé había sufrido picaduras de "algún insecto". Recordó que empezaron a abrir los colchones y uno de los miembros del personal en el lugar había dicho: “No puede volver a pasar con otro bebé”. Yasmín no supo, en ese momento, a qué se referían. Nueve días después, Baby G. fue dado de alta. Yasmín dijo que salió con la "culpabilidad" de que su hijo había sufrido una mordedura al nacer y no había sido protegido.
